Una de las reuniones de la comunidad de Coria del Río |
“Del Nuevo Testamento hemos descubierto que podemos ser una iglesia más sencilla”, explica Rubén Gómez.
Coria del Río, en el extrarradio de Sevilla. De allí ha surgido una comunidad de cristianos diferente, un grupo de personas que quieren vivir completamente integrados en los barrios en los que viven. No han buscado un nombre para definirse a sí mismos porque la etiqueta que quieren que les defina es la del Nuevo Testamento. Rubén Gómez, que forma parte de esta comunidad, explica que su visión es “llevar la iglesia a la gente en vez de la gente a la iglesia, porque la iglesia no es un lugar, nosotros somos iglesia”.
Las dos familias que impulsan esta comunidad se han dado cuenta de que las cuatro paredes de un local muchas veces no pueden contener en su interior toda la riqueza de lo que Dios puede juntar. Por ello se han sumergido completamente en el barrio, construyen relaciones profundas con la gente que trabaja en los negocios locales, participan en los centros cívicos, interactúan con las asociaciones y se meten en ambientes tan propios como las casas ‘okupa’. Uno de sus retos es llegar a conocer personalmente a cada joven del barrio en el que viven.
“Más que buscar relaciones buscamos serparte del tejido social donde nos movemos” , dice Rubén Gómez , que trabaja como subdirector de un Centro de Internamiento de Menores Infractores . “Cuando incluimos a Dios en nuestro trabajo, ocio, descanso, entonces no necesitas plantearte maneras de relacionarte, ya que las relaciones están ahí como parte del día a día, la cuestión es cómo afecta nuestra fe en medio de las relaciones cotidianas con nuestros familiares, compañeros, amigos, vecinos, el panadero,el farmacéutico…”.
Como cristianos, apuestan por hacer un cambio de enfoque importante, algunos lo llamarían radical. Creen que es momento de dejar atrás ciertas metodologías para llegar con el evangelio a la gente. “Hasta aquí se nos había enseñado la importancia de ser estratégicos a la hora de relacionarte, lo que sin querer acaba convirtiéndonos ante los demás en personas proselitista que parece que tienen una agenda oculta detrás de lo que hacemos con otros”.
¿Puede ser que los cristianos se hayan alejado tanto de la realidad que hayan dejado de ser naturales? Rubén cree que sí, que existe este riesgo, y está de acuerdo con la teoría que dice que los cristianos tienden a crear burbujas en las que se sientan seguros. El problema con esto es que “después hemos tenido que pensar en cómo relacionarnos con el mundo fuera de la burbuja, entonces creamos programas, campañas que nos permiten interactuar con el exterior. Estas cosas pueden ser buenas y de ayuda, pero a veces son la única manera de interactuar con el entorno”. Y esto, cree, es “el síntoma de un problema” .
SER MISIONALES EN TODO
“Misional” es el adjetivo que más usan en esta comunidad, cuando piensan en la esencia de lo que quieren ser. En la línea de autores como Alan Hirsch, este grupo cree que la iglesia (como cuerpo de Cristo) existe porque Dios tiene un plan, la Misión de Dios, que “determina la eclesiología y no al contrario” . Es decir, ser misional significa “hacer reales las palabras de Jesús cuando dijo: ‘como el Padre me envió así yo os envío’, el Padre envió a Jesús a estar presente en medio de nuestra necesidad, a identificarse con nosotros, a servirnos para cambiar nuestra realidad y a proclamarnos las buenas noticias”.
Lo que diferencia una iglesia misional de una que es “atraccional” es qué marca a qué. En la mayoría de iglesias, opina Gómez, “la eclesiología ha determinado la misión y como resultado tenemos estructuras muy complejas y difíciles de mover en medio de una sociedad que cambia a gran velocidad . Esto nos dificulta estar presentes y nos obliga a trabajar para atraer a las personas desde sus contextos para que puedan sentarse a escuchar de Jesús”.
MODELOS: GRAN COMISIÓN E IGLESIA PRIMITIVA
Este tipo de iglesia más orgánica, menos estructurada (que no por ello debería estar desorganizada), busca quitar obstáculos que obstruyan el camino hacia la figura central del evangelio. “Queremos imitar a Jesús en su encarnación y creemos que eso implica al menos tres cosas que él hizo: Ir donde está la necesidad, identificarnos con los necesitados y servirles. En la práctica eso ha significado conocer e interactuar con jóvenes de tribus urbanas y de nuestros entornos naturales (compañeros de trabajo, vecinos...)”.
MODELOS: GRAN COMISIÓN E IGLESIA PRIMITIVA
Este tipo de iglesia más orgánica, menos estructurada (que no por ello debería estar desorganizada), busca quitar obstáculos que obstruyan el camino hacia la figura central del evangelio. “Queremos imitar a Jesús en su encarnación y creemos que eso implica al menos tres cosas que él hizo: Ir donde está la necesidad, identificarnos con los necesitados y servirles. En la práctica eso ha significado conocer e interactuar con jóvenes de tribus urbanas y de nuestros entornos naturales (compañeros de trabajo, vecinos...)”.
En esta comunidad de Sevilla se han tomado en serio la tarea de repensar la iglesia actual y volver a mirar a los primeros cristianos de la Historia . El resultado puede levantar algunas dudas y puede parecer arriesgado. Gómez no niega que puedan aparecer dificultades: “Cuando miramos al Nuevo Testamento vemos a una iglesia que enfrenta criticas entre sus miembros, herejías, indiferencia ante la maldad… El ser iglesia desde un paradigma orgánico y misional no te libra de enfrentar estas mismas dificultades”. Pero también va más allá: “De hecho, nos estamos dando cuenta que cuando te alejas del modelo Bíblico enfrentas problemas que nuestros hermanos no enfrentaron y de los que la Biblia no habla”.
¿Cuál ha sido el ingrediente que ha cambiado el modelo? “Hemos decidido centrarnos en la Gran Comisión como énfasis y dejar de lado las expectativas modernas de cómo debe de ser una iglesia. El resultado es que estamos descubriendo nuevas expresiones de comunidades cristianas” .
Aunque en muchas iglesias se habla de que la gente de hoy en día no parece tener interés en el evangelio, Gómez opina que el análisis no es acertado: “Mucha gente tiene hambre espiritual, aún ganas de conocer de Jesús, pero a la vez cada vez son más los que huyen de la religión organizada y del liderazgo piramidal que ha caracterizado a nuestras comunidades”.
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN
Rubén vive esta experiencia como comunidad cristiana en Sevilla desde hace dos años, junto a su esposa Sylvia y otro matrimonio, Yvan y Lorena. “Ahora buscamos vivir una espiritualidad integral en la que tratamos de ver a Dios en todo lo que hacemos y todo lo que nos rodea” .
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN
Rubén vive esta experiencia como comunidad cristiana en Sevilla desde hace dos años, junto a su esposa Sylvia y otro matrimonio, Yvan y Lorena. “Ahora buscamos vivir una espiritualidad integral en la que tratamos de ver a Dios en todo lo que hacemos y todo lo que nos rodea” .
Un estilo de vida y una forma de entender el ministerio al que llegaron después de reflexionar durante bastante tiempo. “Son muchos años atrás en los que hemos estado dialogando con los líderes de nuestras iglesias y de otras partes del mundo, orando, buscando, evaluando, cuestionando, deconstruyendo y construyendo... y aun estamos en ello”.
Cree que es clave descubrir que “Dios está trabajando ahí fuera con esta generación de maneras increíbles, y nuestra parte está siendo colaborar con lo que Él está haciendo” .
¿UN MODELO RADICAL?
La forma tan diferente de organizarse puede ser vista como poco ortodoxa por parte de cristianos que han crecido en otros contextos cristianos. “Pero hemos visto jóvenes –explica Rubén- que no conocen la iglesia como la mayoría de evangélicos (con su edificio, su pastor, sermón dominical y grupo de alabanza) pero que están orando y viendo respuestas sorprendentes a la oración, leyendo la Biblia, hablando a otros de Jesús, bautizándose unos a otros... siendo iglesia”.
¿UN MODELO RADICAL?
La forma tan diferente de organizarse puede ser vista como poco ortodoxa por parte de cristianos que han crecido en otros contextos cristianos. “Pero hemos visto jóvenes –explica Rubén- que no conocen la iglesia como la mayoría de evangélicos (con su edificio, su pastor, sermón dominical y grupo de alabanza) pero que están orando y viendo respuestas sorprendentes a la oración, leyendo la Biblia, hablando a otros de Jesús, bautizándose unos a otros... siendo iglesia”.
Viendo esto, cuando alguien empieza a seguir a Jesús en un contexto tan diferente como este, ¿le es fácil adaptarse después al estilo de vida de otros cristianos que provienen de un contexto de iglesia más común?
Rubén reconoce que si uno de los chavales de la calle con los que está en contacto se convierte, no cambiará su opinión, seguirán siendo “reacios” a la religión organizada. “Algunos con los que estamos dialogando de Jesús nos han dicho claramente que no quieren pisar ‘iglesias’ evangélicas ni católicas” . Pero esta comunidad no lo ve como un gran problema. “Lo bueno es que la iglesia tal como se entiende en la Biblia no es un lugar a donde ir y que el tipo de organización de las iglesias convencionales con un énfasis de liderazgo tan posicional y una organización tan estructurada no son indispensables, tal como la Iglesia Primitiva o la Iglesia ‘underground’ en China nos demuestran”, dice.
UNA BASE FUERTE: EL DISCIPULADO
Sin grandes estructuras, el enfoque de esta comunidad está en el discipulado, tal como lo modeló Jesús mismo. “Estamos viendo que en el camino del discipulado es donde la iglesia toma forma , creo que ahora entiendo mejor por qué Jesús nos mandó a hacer discípulos y no iglesias. Entre todos nos apoyamos para crecer espiritualmente y en ese camino descubrimos juntos la comunidad cristiana. Lo que quiero decir es que discipulado y comunidad en nuestro caso son inseparables”.
“NO ESTAMOS LLAMADOS A CREAR UN IMPERIO”
Insistiendo en el tema del nombre, la respuesta de Rubén Gómez da que pensar. “En nuestro caso hemos decidido no ponernos nombre como comunidad, hasta el momento. En parte porque nos ayuda a tener una visión de Reino y creemos que quizás el no tener nombre puede recordarnos que no estamos llamados a crear ningún imperio”.
UNA BASE FUERTE: EL DISCIPULADO
Sin grandes estructuras, el enfoque de esta comunidad está en el discipulado, tal como lo modeló Jesús mismo. “Estamos viendo que en el camino del discipulado es donde la iglesia toma forma , creo que ahora entiendo mejor por qué Jesús nos mandó a hacer discípulos y no iglesias. Entre todos nos apoyamos para crecer espiritualmente y en ese camino descubrimos juntos la comunidad cristiana. Lo que quiero decir es que discipulado y comunidad en nuestro caso son inseparables”.
“NO ESTAMOS LLAMADOS A CREAR UN IMPERIO”
Insistiendo en el tema del nombre, la respuesta de Rubén Gómez da que pensar. “En nuestro caso hemos decidido no ponernos nombre como comunidad, hasta el momento. En parte porque nos ayuda a tener una visión de Reino y creemos que quizás el no tener nombre puede recordarnos que no estamos llamados a crear ningún imperio”.
No tienen un nombre, pero sí un blog, Andando en el Camino , un sitio donde explican su forma de entender la vida como discípulos de Jesús.
Cuando acaba de explicar sus ideas y su visión del trabajo que su comunidad lleva a cabo, Rubén Gómez nos explica en tono informal que al día siguiente participará en la organización de un encuentro en un piso “casi de okupa”, con gente relacionada con el ‘parkour’ . Se trata de un hobby extendido entre algunas tribus urbanas en todo el mundo: jóvenes que pasan el tiempo libre corriendo por las ciudades en las que viven, esquivando obstáculos, saltando por desniveles, subiéndose a muros y haciendo acrobacias.
Lo que esta comunidad de cristianos en Sevilla propone también parece una forma poco convencional de correr, en su caso, la carrera de la fe. Como en el ‘parkour’, esta forma alternativa de construir la iglesia puede llevar consigo riesgos y golpes, a la vez que experiencias emocionantes y el descubrimiento de paisajes inexplorados.
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