Exodo 4:1-2 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.
Moisés, dice en el versículo 1 lo siguiente: “Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová”.
Este versículo quiere decir que el pueblo no le creerá ni oiría su voz no darían crédito a sus palabras a no ser que les muestre una señal (aparecido) entonces fue cuando Dios actuó en esa simple vara y le da poder a Moisés para hacer milagros, detallándole tres:
1- La vara: Es objeto del primer milagro, milagro doble, porque arrojándola de su mano se convierte en una culebra y tomándola otra vez (por la cola, no por el cuello que es por donde las toman los domadores de serpientes) se vuelve a convertir en vara. (v. 2-4) “Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Échala en la tierra. Y él la echó en la tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano”.
Dios le permite este milagro a Moisés sin una frase mágica ni encantamientos. El recibir el poder de lo alto demostraba que la autoridad de Dios estaba en él. Faraón había convertido el cetro de su gobierno en serpiente de opresión.
2- Su mano: Su mano fue objeto de otro milagro, la metió en su seno y la saco completamente leprosa; la volvió a meter en el seno y la saco ahora sana. (v.6-7) “Le dijo además Jehová. Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la saco, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como otra carne”. Esto significaba que por el poder de Dios, Moisés habría de producir graves enfermedades en los egipcios.
3- Es instruido: Es instruido para que cuando llegue a Egipto, convierta en sangre parte del agua del rio (v.9) “Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas de río y las derramarás en la tierra; y si cambiarán aquellas aguas que tomaras del río y se harán sangre en la tierra”.
Conclusión
Lo llamó por su nombre Moisés, ya que le conocía como nos conoce a nosotros.
El sabe que guardamos en nuestro corazón, sabe nuestro deseo y disposición a servirle; conoce nuestra experiencia y todo lo que poseemos, y lo utiliza llegado el momento, para que su plan en nosotros se cumpla de manera efectiva en nosotros.
Israel, fue liberado, defendido, instruido, capacitado, nutrido, guiado e introducido a la tierra prometida, Canaán, tierra de Dios, prometida a su pueblo escogido.
Moisés es una clara referencia que en su tiempo el tiempo de Dios el plan previsto para nuestras vidas se llevara a cabo, sin importar escasez de medios que poseamos, con una sola condición, que cuando oigamos su voz simplemente digamos…. “heme aquí señor”.
Si ponemos a disposición todo lo que poseemos para el Señor, aunque sea una vara, Él obrará en nuestras vidas.
Fuente:cristoesturuta.cl
0 comentarios:
Publicar un comentario