|
El joven jugador Fabrice Muamba, del Bolton, mejora día a día en una "recuperación milagrosa" según los médicos que le atienden.
El perfil de Twitter de Fabrice Muamba se ha actualizado tras trece días de inactividad. Muamba continúa recuperándose en el Chest Hospital de Londres tras caer desplomado en la primera parte del encuentro de Copa frente al Tottenham, y que provocó la suspensión del evento. Fue el pasado sábado 17 de marzo.
El jugador recibió 15 descargas con los desfibriladores antes de llegar al hospital. Dos sobre el campo, una en el túnel de vestuarios y otras trece en la ambulancia. Ninguna de ellas funcionó.
En total, el corazón de Muamba estuvo 78 minutos en parada cardiaca y con reanimación cardiopulmonar , incluida la media hora final en la que ya estaba en el hospital. Los médicos temían lo peor aunque finalmente su corazón volvió a latir más de una hora después. A pesar de sobrevivir y de la reanimación cardiopulmonar, los facultativos estaban preocupados ante muy probables daños cerebrales graves. «No pensé que pudiésemos llegar a la recuperación que hemos tenido, es increíble» , agrega el doctor, que en su última visita a Muamba al hospital le explicó toda la cadena de acontecimientos.
Desde su ingreso mejora progresivamente. Tras varios días en estado crítico, comenzó a respirar de forma espontánea, sin ventilación mecánica. Luego no sólo recuperó la consciencia, sino que comenzó a hablar con familiares y compañeros. Ahora ya ve la televisión, e incluso ha revisado las imágenes del partido en el que cayó desvanecido y estuvo a punto de morir. Una recuperación "milagrosa" teniendo en cuenta las palabras literales de los médicos del hospital y del propio club .
EL PODER DE LA ORACIÓN
La familia del futbolista Fabrice Muamba, tras sufrir la parada cardiaca, pidió oraciones por su recuperación. Su novia, Susana Magunda, tuiteó "Dios tiene el control. Por favor, mantengan a @fmuamba en sus oraciones"
Y la respuesta no se hizo esperar desde todos los frentes posibles. Redes sociales, declaraciones, testimonios públicos, cadenas de oración en las iglesias.
Tanto que los medios de comunicación lo reflejaron. Así, se vió en numerosas publicaciones que después de marcar un gol durante un partido celebrado el domingo siguiente, el defensa del Chelsea Gary Cahill ( excompañero de Muamba) mostró una camiseta con la leyenda "Oremos por Muamba" (Pray 4 Muamba").
Ese mismo día, el titular del tabloide The Sun fue "Dios tiene el control", acompañado por el subtítulo "Orando por Muamba", mientras que el Daily Star apostó por "En manos de Dios" .
Y el entrenador del Bolton, Owen Coyle, agradeció públicamente las muestras de solidaridad para con su jugador haciendo referencia al poder de la oración . "Todo el mundo está orando por Fabrice, lo que es muy importante, y ha sido muy reconfortante para su familia", dijo Coyle.
UNA FE PROFUNDA
Muamba asiste habitualmente al culto de una iglesia evangélica todos los domingos , si no coincide con sus obligaciones profesionales como futbolista. "La fe es una parte importante de toda mi familia", ha declarado. Además, cuenta, lee la Biblia siempre antes de saltar al campo para jugar. " Siempre leo la Biblia cada mañana y oro antes de salir a la cancha " ha explicado en entrevistas.
El jugador a lo largo de su trayectoria deportiva en todo momento ha expresado que Dios es la razón de todo lo que ha logrado como persona y futbolista .
UNA VIDA EXTREMADAMENTE DIFÍCIL
El padre de Fabrice, Marcel, trabajó en el Congo para el gobierno de Mobutu Sesse Seko, un dictador que fue derrocado en 1997. Los colaboradores del régimen fueron perseguidos y Marcel huyó del Congo. La madre del futbolista Gertrudis y sus cinco hijos fueron recogidos por un tío. La situación se agravó cuando el tío fue asesinado. Un par de años después la familia huyó para aterrizar en Inglaterra. El hoy futbolista tenía 11 años.
En unas declaraciones a Daily Mail, Muamba señaló sobre su experiencia en su país natal: “Fue muy, muy difícil. Yo vi la guerra. Vi morir a la gente. Crecí con la guerra. Pasé auténtico miedo”. El pequeño Fabrice escuchaba los disparos por la noche “Yo no vivía muy lejos de la guerra. Por las noches era terrorífico. No podía salir a jugar al fútbol porque nos podían matar. No es una frase, a dos amigos míos les mataron, a otros les hirieron”·
EN INGLATERRA
Aquella pesadilla terminó para él en 1999 cuando se le concedió asilo político en el Reino Unido. El pequeño Fabrice no sabía una palabra de inglés. Pero los profesores le recuerdan como un niño inteligente.
Estudió en la Escuela de Kelmscott en Walthamstow, al noreste de Londres, a tan solo tres kilómetros del campo de fútbol donde se desplomó el sábado. En los perfiles que estos días se han escrito en Inglaterra destaca el dato de que Muamba era el jugador del vestuario con más títulos académicos , destacando los de francés y matemáticas.
Peter Weissberg, director de la Fundación Británica de Cardiología ha pronosticado que es "probable" que se le prohíba volver a jugar al f útbol ."La mayoría de estas enfermedades se deben a una combinación de ejercicio intenso y una tendencia al paro cardíaco", añadió Weissberg.
El jugador recibió 15 descargas con los desfibriladores antes de llegar al hospital. Dos sobre el campo, una en el túnel de vestuarios y otras trece en la ambulancia. Ninguna de ellas funcionó.
En total, el corazón de Muamba estuvo 78 minutos en parada cardiaca y con reanimación cardiopulmonar , incluida la media hora final en la que ya estaba en el hospital. Los médicos temían lo peor aunque finalmente su corazón volvió a latir más de una hora después. A pesar de sobrevivir y de la reanimación cardiopulmonar, los facultativos estaban preocupados ante muy probables daños cerebrales graves. «No pensé que pudiésemos llegar a la recuperación que hemos tenido, es increíble» , agrega el doctor, que en su última visita a Muamba al hospital le explicó toda la cadena de acontecimientos.
Desde su ingreso mejora progresivamente. Tras varios días en estado crítico, comenzó a respirar de forma espontánea, sin ventilación mecánica. Luego no sólo recuperó la consciencia, sino que comenzó a hablar con familiares y compañeros. Ahora ya ve la televisión, e incluso ha revisado las imágenes del partido en el que cayó desvanecido y estuvo a punto de morir. Una recuperación "milagrosa" teniendo en cuenta las palabras literales de los médicos del hospital y del propio club .
EL PODER DE LA ORACIÓN
La familia del futbolista Fabrice Muamba, tras sufrir la parada cardiaca, pidió oraciones por su recuperación. Su novia, Susana Magunda, tuiteó "Dios tiene el control. Por favor, mantengan a @fmuamba en sus oraciones"
Y la respuesta no se hizo esperar desde todos los frentes posibles. Redes sociales, declaraciones, testimonios públicos, cadenas de oración en las iglesias.
Tanto que los medios de comunicación lo reflejaron. Así, se vió en numerosas publicaciones que después de marcar un gol durante un partido celebrado el domingo siguiente, el defensa del Chelsea Gary Cahill ( excompañero de Muamba) mostró una camiseta con la leyenda "Oremos por Muamba" (Pray 4 Muamba").
Ese mismo día, el titular del tabloide The Sun fue "Dios tiene el control", acompañado por el subtítulo "Orando por Muamba", mientras que el Daily Star apostó por "En manos de Dios" .
Y el entrenador del Bolton, Owen Coyle, agradeció públicamente las muestras de solidaridad para con su jugador haciendo referencia al poder de la oración . "Todo el mundo está orando por Fabrice, lo que es muy importante, y ha sido muy reconfortante para su familia", dijo Coyle.
UNA FE PROFUNDA
Muamba asiste habitualmente al culto de una iglesia evangélica todos los domingos , si no coincide con sus obligaciones profesionales como futbolista. "La fe es una parte importante de toda mi familia", ha declarado. Además, cuenta, lee la Biblia siempre antes de saltar al campo para jugar. " Siempre leo la Biblia cada mañana y oro antes de salir a la cancha " ha explicado en entrevistas.
El jugador a lo largo de su trayectoria deportiva en todo momento ha expresado que Dios es la razón de todo lo que ha logrado como persona y futbolista .
UNA VIDA EXTREMADAMENTE DIFÍCIL
El padre de Fabrice, Marcel, trabajó en el Congo para el gobierno de Mobutu Sesse Seko, un dictador que fue derrocado en 1997. Los colaboradores del régimen fueron perseguidos y Marcel huyó del Congo. La madre del futbolista Gertrudis y sus cinco hijos fueron recogidos por un tío. La situación se agravó cuando el tío fue asesinado. Un par de años después la familia huyó para aterrizar en Inglaterra. El hoy futbolista tenía 11 años.
En unas declaraciones a Daily Mail, Muamba señaló sobre su experiencia en su país natal: “Fue muy, muy difícil. Yo vi la guerra. Vi morir a la gente. Crecí con la guerra. Pasé auténtico miedo”. El pequeño Fabrice escuchaba los disparos por la noche “Yo no vivía muy lejos de la guerra. Por las noches era terrorífico. No podía salir a jugar al fútbol porque nos podían matar. No es una frase, a dos amigos míos les mataron, a otros les hirieron”·
EN INGLATERRA
Aquella pesadilla terminó para él en 1999 cuando se le concedió asilo político en el Reino Unido. El pequeño Fabrice no sabía una palabra de inglés. Pero los profesores le recuerdan como un niño inteligente.
Estudió en la Escuela de Kelmscott en Walthamstow, al noreste de Londres, a tan solo tres kilómetros del campo de fútbol donde se desplomó el sábado. En los perfiles que estos días se han escrito en Inglaterra destaca el dato de que Muamba era el jugador del vestuario con más títulos académicos , destacando los de francés y matemáticas.
Peter Weissberg, director de la Fundación Británica de Cardiología ha pronosticado que es "probable" que se le prohíba volver a jugar al f útbol ."La mayoría de estas enfermedades se deben a una combinación de ejercicio intenso y una tendencia al paro cardíaco", añadió Weissberg.
0 comentarios:
Publicar un comentario