lunes, 4 de junio de 2012

Nueva Zelanda: Un pueblo desea permanecer a oscuras

Nueva Zelanda: Un pueblo desea permanecer a oscuras

En el libro de Génesis dice que Dios creó el sol, la luna y las estrellas para iluminar la Tierra, y dijo que era bueno. Pero en muchas partes del mundo es difícil ver las estrellas porque hay mucha luz en la noche, pero no en Tekapo, Nueva Zelanda.
Ade Ashford, de profesión astrónomo dice que “Es cada vez más difícil encontrar lugares oscuros en la Tierra, pues la contaminación de la luz urbana oculta las estrellas.”
 
Ubicado en el centro de la Isla sur de Nueva Zelanda, Tekapo lucha por preservar su cielo nocturno. Cientos de astro-turistas llegan cada semana al Observatorio del Monte John, para ver algo que escasea en otras partes del mundo… estrellas!
 
“Veinticinco por ciento de la población mundial no puede ver las estrellas del todo, lo que es una situación muy grave, una generación entera de niños está creciendo sin ver el cielo” agrega Ashford.
 
Paisajes asombrosos
 
Uno de los asombrosos paisajes que se pueden apreciar son la Iglesia del Buen Pastor en Tekapo debajo de la Vía Láctea y la Cruz del Sur, una pequeña pero hermosa Constelación que sólo se puede ver en el hemisferio sur.
 
Sólo un pequeño porcentaje del mundo puede ver la Vía Láctea, pero aquí en Tekapo Nueva Zelanda se ve casi todas las noches.
 
Chris Monson, astrónomo comenta: “es nuestra propia Galaxia, por así decirlo, y es la que mejor conocemos. Pero hay millones, miles de millones de estrellas, entre 100 y 500 mil millones, en nuestra Galaxia.”
 
Desde el Monte John se puede observar también dos galaxias vecinas llamadas las Nubes de Magallanes, cada una con millones de estrellas, pero no solo eso se descubre aquí: “La principal investigación aquí es tratar de descubrir planetas extra solares, es decir planetas que orbitan otras estrellas diferentes al Sol. Conocemos unos 330 de ese tipo el planetas”, dice Ashford.
 
Los visitantes se asombran al ver el cielo nocturno de Tekapo, como manifestaron dos jóvenes de Irlanda: “Debo decir que es maravilloso. Cuando vienes de la ciudad no ves muchas estrellas en el cielo. Es absolutamente fantástico.”
 
“Te hace pensar que hay mucho allá afuera que no conoces y al ver hacia arriba te sientes más cerca de Dios pues hay mucho desconocido y quieres saber más.”
 
Cerca de la Vía Láctea
 
Los astrónomos dicen que la gente muchas veces reacciona con emoción al ver las estrellas: “Me acuerdo en particular de una pareja australiana que vino y la mujer lloró de gozo al poder ver la Vía Láctea por primera vez, algo que ella nunca pensó poder ver”, dice Ashford.
 
Con el deseo de proteger su cielo nocturno para las próximas generaciones, este pueblo de 400 personas ha instalado luces especiales de baja energía cuidadosamente cubiertas y luces caseras enfocadas hacia abajo. Pero esperan ir más allá y quieren ser la primera reserva de luz estelar sancionada por la ONU o como ellos lo llaman: “un parque en el cielo”.
 
Graeme Murray, Director de Turismo y Desarrollo comenta: “Fuimos a la universidad y compartimos la visión de un parque en el cielo lo cual es una visión bastante novedosa y de repente nos encontramos en Paris, y en la UNESCO y se abrieron las puertas y la gente pensaba que no era una idea tan ridícula.”
 
La idea tiene sus desafíos, pues sería la primera vez que un territorio a cielo abierto sea designado patrimonio mundial, pero Murray es optimista: “Pensamos que tendremos éxito con esta iniciativa en este año tan importante en que celebramos 400 años desde que Galileo vio el cielo con un telescopio por primera vez.”
 
Si se aprueba este concepto de reserva estelar, Tekapo y Monte John quedarán en la oscuridad por las generaciones futuras y eso es exactamente lo que quieren.
 

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