Poseer un ejemplar de una Biblia antigua, rara o famosa constituye un auténtico tesoro para museos y coleccionistas. Hay algunas ediciones de Biblias, como la que imprimió Johannes Gutenberg en 1460, cuyos tomos hoy en día tienen un precio incalculable.
La Biblia de Gutenberg, conocida también como la Biblia de Mazarino (porque una copia se descubrió en 1760 entre los libros del político francés Giulio Mazarino) o la Biblia de 42 renglones, del impresor alemán Johannes Gutenberg, es una edición impresa en Maguncia, Alemania, entre los años 1455 y 1460.
Se estima que Gutenberg (conocido por sus contribuciones a la tecnología de la impresión) logró por primera vez imprimir, ilustrar y encuadernar 180 Biblias de 1,282 páginas cada una, a dos columnas de 42 renglones.
Hoy en día se piensa que existen sólo 60 Biblias de Gutenberg, 12 en pergamino y 48 en papel. Alemania posee 15 Biblias de Gutenberg, guardadas en su mayoría con mucho celo en bibliotecas de instituciones universitarias.
La mejor de las copias existentes fue adquirida por la Biblioteca del Congreso de Washington en 1930.
Parece ser que sólo quedan otras dos copias en excelentes condiciones, una en la Biblioteca Nacional de París y otra en la Biblioteca Británica de Londres.
Pero se trata, que quede claro, de una pasión por la Biblia como objeto de arte, como curiosidad bibliográfica que presta su atención al continente y no al contenido.
Tratándose del libro divino resulta paradójico, no obstante, que a la Biblia se le dé aquí más valor por su exclusividad que no mejor por las veces que se ha publicado, leído, comprendido... o aplicado.
FOTOS: Biblia de Gutenberg expuesta en una galería de la Universidad de Texas.
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