La mamba negra, la serpiente más venenosa de África, produce una toxina que alivia el dolor sin los efectos secundarios de la droga
El veneno de la mamba negra, la serpiente más venenosa de África, podría utilizarse como un analgésico incluso más potente que la morfina, pero sin sus efectos secundarios, según publica la revista científica "Nature".
El veneno de la mamba negra (Dendroaspis
polylepis polylepis, su nombre científico) contiene unos péptidos que
los investigadores han bautizado como "mambalgins" y que, al inyectarlos
en ratones, produjeron una analgesia tan fuerte como la morfina.
"Los efectos analgésicos de estos péptidos son tan fuertes
como los de la morfina, pero como no afectan a los receptores de los
opioides, están desprovistos de sus efectos secundarios", precisó Baron.
Por este mismo motivo, Baron espera que esta sustancia no genere dependencia o adicción en los ratones, pero este aspecto aún está por confirmar.
Investigaciones anteriores habían concluido que las toxinas de ciertas serpientes pueden aliviar el dolor al inhibir la producción de una serie de proteínas conocidas
como canales iónicos sensibles al ácido, que se encuentran en el
sistema nervioso central y periférico y que desempeñan un papel
fundamental en los estados de dolor persistente.
Comprender el funcionamiento de estos canales es "esencial"
para el desarrollo de nuevos y mejores analgésicos, añadió la
investigadora. Baron resaltó que estas toxinas son "potentes y naturales" y "apuntan a nuevos y prometedores objetivos a los que dirigir los tratamientos contra el dolor".
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