Ciro González Rodríguez, el pastor que impulsó la Obra en Colombia. Durante 28 años llevó la Palabra del Señor por los pueblos más remotos de su país. La extraordinaria historia de una vida consagrada al Todopoderoso.
El amor a Diosy la evangelización fueron las grandes pasiones que el Pastor Ciro González Rodríguez, el mayor impulsor de la Obra del Movimiento Misionero Mundial en Colombia, cultivó a lo largo de su vida. En el mes en el que se cumplen 22 años de su partida al encuentro con el Señor, el recuerdo de este elegido del Todopoderoso de origen humilde, carácter sencillo y con dotes de hombre erudito, es un merecido tributo a un verdadero Siervo de Dios.
Nacido el 4 de marzo de 1934 en la población del Socorro, un pueblo del departamento colombiano de Santander, el Rev. González Rodríguez siempre estuvo cerca del Omnipotente mientras laboraba como ganadero en diversas partes del interior de Colombia. Fue justo en esa peregrinación laboral que el pastor arribó en 1960 al pueblo de San Vicente de Chucurí, en Santander y alcanzó la salvación y se entregó a Jesucristo. De inmediato, González cambió la ganadería por la Obra del Señor y se consagró a plenitud a la labor misionera y según su viuda Carmenza Rueda “predicó aun antes de pasar por las aguas bautismales”. Meses después regresa a la población del Socorro, ubicada a 364 kilómetros de Bogotá, y se entrevista con un grupo de hermanos que no tenían pastor y buscaban con ansias la guía de un hombre de Dios. La afinidad del Rev. González, quien solía visitar en el Socorro a sus padres, y este grupo de cristianos, fue instantánea gracias a la capacidad y dedicación exhibida por el Siervo de Dios. Así esta pequeña congregación, que contaba con apenas 10 creyentes, inspirada por el Señor y con la dirección del Espíritu Santo le solicita que se haga cargo del grupo en el Socorro y predique la Palabra del Señor a lo largo de la comunidad ganadera.
Dios empieza a usar al hermano González Rodríguez de una manera gloriosa y poderosa. Desde el patio interior de un hogar modesto en el Socorro, municipio reconocido en Colombia por su gran influencia en la lucha contra el imperio español en la época colonial, inició el crecimiento del presbiterio local y el desarrollo de una labor que robusteció la fe en Dios. En forma paralela, la congregación guiada por González soportó incólume el acecho constante de otras misiones, que llegaban hasta ella con dadivas y se mantuvo independiente amparada en el poder de la oración.
Posteriormente, y mientras el nombre del Movimiento Misionero Mundial acababa de ser inscrito el 13 de febrero de 1963, en Puerto Rico, país donde se fundó la Obra. Dios gestó la última etapa de un encuentro que sería definitivo en la vida del Pastor Ciro González, quien ya conocía del poder de la Obra misionera a través de la lectura de la revista Impacto Evangelístico. El 27 de febrero, cuando los colombianos se aprestaban a vivir el inicio del accionar delictivo de una serie de grupos guerrilleros, el Misionero puertorriqueño, Luis M. Ortiz, fundador del Movimiento Mundial Misionero, llegaría al Socoro en compañía del hermano Luis Candelario Cortes. A través de una campaña evangelística, en la que participó la iglesia del Rev. Ciro González, apoyada por la hermana Carmen de Rueda, se plantó el segundo arbusto del Movimiento Misionero Mundial.
Para el hermano Ciro fue la concreción de un sueño en el que Dios le reveló que el Pastor Ortiz “el hermano predicador llegaría al Socorro”. Luego de esa campaña los milagros se hicieron constantes y la congregación se entregó a la tarea de unirse a la organización del Rev. Ortiz. La unión se lograría el 25 de julio de 1963 fecha en la que el hermano González recibiría el certificado oficial de aceptación como parte de la visión misionera.
Obedeciendo a las palabras de Isaías 54:2: “ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas”, el grupo del Pastor González, luego de integrarse al Movimiento Misionero Mundial, se dedicó a levantar otras Iglesias en Bucaramanga, Piedecuesta, Barrancabermeja, Cúcuta, el norte de Santander, los llanos orientales y la parte sur de Colombia. Al respecto, afirmó alguna vez que aquello fue: “precioso. Con la ayuda de Dios, y el apoyo incondicional del hermano Ortiz, la Obra fue tomando cuerpo y se extendió por gran parte de mi país”.
Único y primer Obrero oficial del M.M.M. en Colombia, Ciro González contrae matrimonio con la joven creyente Carmenza Rueda García el 5 de diciembre de 1964. Se vivían tiempos difíciles en tierras colombianas. La violencia, ejercida por las FARC, la guerrilla más antigua y numerosa de América Latina, y la persecución religiosa cundían por todos lados. Sin embargo, en ese espinoso escenario el Pastor Ciro se movió, protegido por Dios, con naturalidad y cubrió los puntos más remotos de Santander llevando la Palabra del Señor. En más de una ocasión, dicen los que lo conocieron, este varón debió andar en alpargatas, un sinfín de kilómetros polvorientos, para cuidar sus únicos zapatos de las inclemencias del tiempo.
Hombre de grandes sacrificios, abnegación inmensa, dedicación exclusiva a Dios y padre de 6 hijos, el Rev. González Rodríguez no solo fue el abanderado de la evangelización en Colombia. Su palabra profunda, inspirada por el Señor, también supo llegar a Puerto Rico, Argentina, Bolivia, Estados Unidos, entre otras naciones de América. Por ello, el fundador del Movimiento Misionero Mundial, Luis M. Ortiz, en una intervención de enero de 1990, señaló que el hermano Ciro “fue un gran Siervo de Dios”.
En mayo de 1970 se traslada a la ciudad de Bucaramanga para asumir la conducción de la primera Iglesia establecida en esta parte de Colombia. Muy conocido como la 17, este templo lo tuvo al frente hasta el momento de su partida. De aquí, y bajo su guía, salieron un buen grupo de pastores a recorrer toda Colombia entre los que se destacaron los reverendos Ciro Alfonso Soto, Raimundo Delgado, Cecilia Puerto y Alcides Garzón, entre otros. Con un cariño especial por el versículo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Filipenses 4:13; y los himnos: “Seguiré donde tú me guíes”, “La mañana gloriosa” y el coro: “Yo estoy listo si Él me llama”. También llegó a ser Supervisor Nacional en Colombia por varios años.
Desafortunadamente, el 19 de abril de 1989, cuando volaba de Cúcuta a Arauca, el Pastor Ciro González Rodríguez desapareció en un penoso accidente que enlutó al Movimiento Misionero Mundial de Colombia y las diversas Obras del Señor en el mundo entero. Pero la huella de su labor encomiable, a favor de la evangelización mundial, quedó plasmada en su última prédica titulada “Aunque él me matare en Él esperaré”, basada en el libro de Job 13:15, en la que defendió los caminos del Todopoderoso. Tiempo después, a finales de junio, se encuentra su cuerpo y se procede a enterrarlo el 1 de julio de 1989.
“El gran siervo de Dios” Desde el año 1963 estamos viniendo a Colombia cada año, consecutivamente y en algunos años hasta 2 y 3 veces para que esta Obra tan bella siga adelante en el nombre del Señor. Y Colombia ocupa en nuestro corazón un lugar muy especial, fue la segunda Obra después de comenzar en Puerto Rico y ya estando 17 años en Cuba como misioneros, salimos en el año 60, habiendo el Señor dado la orden para que saliéramos, porque había una obra grande que realizar en otros países y Colombia es parte de esa obra grande que Dios está haciendo, ¡bendito y alabado el nombre del Señor! Jamás podré olvidar donde comenzó esta obra, aquí en Colombia, fue en un patio interior de un hogar en el Socorro, allí estaba el Hno. Ciro González aún soltero y estaba allí la familia de su amada esposa, hoy día su viuda, porque él se adelantó a nosotros.
Quiso el Señor llamarle antes que a nosotros, pero un día no muy lejano todos nos encontraremos en la presencia del Señor. Y hoy no puedo dejar de expresar (con voz entrecortada) el lugar que ocupó ese gran Siervo de Dios el Hno. Ciro González, no solo en mi corazón, sino en el corazón de mi esposa, en el corazón de todos los obreros de estos 35 países y desde luego en el corazón de todos ustedes que le vieron ministrar y vieron sus sacrificios, su abnegación, su dedicación y su rendición en las manos del Señor... Palabras inaugurales del Rev. Luis M. Ortiz, en la Convención Nacional en Bogotá, Colombia (enero 1990).
Recuento cronológico
1963•Llegada del Hno. Luis M. Ortiz con el Hno. Luis Candelario Cortes al Socorro, febrero 27, tres días de Campaña.•25 de julio, llega la certificación de aceptación de la Obra del Socorro como la primera Obra en Colombia del M.M.M. •Único y primer Obrero del M. M. M. en Colombia, Ciro González. Supervisión directa de los Hnos. Ortiz.
1964 •Segunda visita y Campaña del Hno. Ortiz en Socorro, Colombia. •Primera Boda del M. M. M. en Colombia, en el Socorro, unen sus vidas Ciro González y la Srta. Carmenza Rueda (5 de diciembre), oficia el nuevo Obrero Vicente Gámez. Se abren además las primeras 4 Obras en el Socorro.
1965•Campaña en el Socorro con el Hno. Ortiz en julio. •El 27 de julio son bautizados en Socorro 17 hermanos. •El 30 de agosto el Hno. Ciro González inaugura la Obra en Barrancabermeja con un glorioso culto, más de 60 personas recibieron al Señor. El Hno. Ciro y su esposa atienden a partir de ahora y durante 10 meses la Obra en Barrancabermeja.
1966•Llega el Hno. Ortiz a Barrancabermeja e instala como nuevo Pastor de la Obra en este lugar al Hno. Luis C. Cortes. •El Hno. Ciro y su esposa regresan al cuidado de la Iglesia en el Socorro y al frente del crecimiento de la Obra en otros lugares. •Este mismo año es nombrado el Hno. Cortes como primer Supervisor Nacional de la Obra del M. M. M. en Colombia.
1967•Primera Convención Nacional de Colombia, asistieron 6 pastores en representación de todas las Iglesias: Ciro González, Enrique Centeno, Campo Elías González, Luis E. Medina, Alejandro Vega, Luis Candelario Cortes, también están con ellos el Rev. Luis M. Ortiz, Pilar Ortiz y Marta Cortes. •La Propietaria de la casa de la Iglesia en el Socorro, la ofrece por 620 U$. El Hno. Ortiz promueve en la revista Impacto Evangelístico de junio que alguien done la mitad y que la Iglesia pagará poco a poco la otra mitad del valor. Así es que la propietaria dona la mitad de la casa.
1968-69•El trabajo evangelizador es personalizado y los primeros mensajes radiales se recibían a través de la radio internacional, el Hno. Ciro y otros obreros sintonizaban el programa radial “Impacto Evangelístico”.
1970•El Hno. Ciro González recibe la Obra de Bucaramanga a finales del mes de mayo.
1971-72•A finales del 71 es nombrado el Rev. Ciro González como el segundo Supervisor Nacional y Representante Legal de la Obra del M. M. M. en Colombia. •Crece a 10 el número de emisoras que ya transmiten el programa del Hno. Ortiz, Impacto Evangelístico, factor determinante en el crecimiento y desarrollo de la Obra en Colombia. •Se celebra la Quinta Convención Nacional en Bucaramanga, en el patio de la casa de la Iglesia. •La Obra en Colombia cuenta con alrededor de 25 Iglesias, 15 campos de predicación y más de 40 obreros del Señor.
1973 •Sexta Convención Nacional en Villavicencio, tres días maravillosos, el primero en el templo y los dos restantes en el coliseo. Cada noche un gran grupo como de 75 almas aceptó al Señor, Dios sanó muchos enfermos y obró milagros.
1974-79 •El 3 de enero de 1978, se celebra la Convención Nacional en la ciudad de Ibagué (Tolima). •
En 1979 se funda la Obra en Pereira por las hermanas Cecilia Puerto y Amparo Ruiz, enviadas de Bucaramanga por el Hno. Ciro González; inician en Dosquebradas y continúa en Pereira Alirio López.
1980-88 •Fue precisamente en estos años donde inicialmente cada líder llevaba el trabajo de la Obra casi totalmente descargado sobre sus hombros. El hermano Ciro González fue uno de esos grandes ejemplos de aceptar el desafío a este nivel de darlo todo.
1989 •Muere el día 19 de abril en un accidente aéreo entre Cúcuta a la ciudad de Arauca, cayendo en territorio venezolano, se encontraba haciendo la Obra de Dios. •Su cuerpo se encontró a finales del mes de junio, siendo enterrado el 1 de julio del año 1989.
Después del lamentable accidente aéreo en el que desapareciera el Hno. Ciro González cuando volaba de Cúcuta a Arauca, termina un fructífero ministerio que duró desde 1961 hasta el 19 de abril de 1989. Fue un verdadero Siervo del Señor de origen humilde, carácter sencillo y sabio. Casi no hay hoy en día un reporte histórico de algún presbiterio en la República de Colombia que no le incluya entre sus iniciadores.
El amor a Diosy la evangelización fueron las grandes pasiones que el Pastor Ciro González Rodríguez, el mayor impulsor de la Obra del Movimiento Misionero Mundial en Colombia, cultivó a lo largo de su vida. En el mes en el que se cumplen 22 años de su partida al encuentro con el Señor, el recuerdo de este elegido del Todopoderoso de origen humilde, carácter sencillo y con dotes de hombre erudito, es un merecido tributo a un verdadero Siervo de Dios.
Nacido el 4 de marzo de 1934 en la población del Socorro, un pueblo del departamento colombiano de Santander, el Rev. González Rodríguez siempre estuvo cerca del Omnipotente mientras laboraba como ganadero en diversas partes del interior de Colombia. Fue justo en esa peregrinación laboral que el pastor arribó en 1960 al pueblo de San Vicente de Chucurí, en Santander y alcanzó la salvación y se entregó a Jesucristo. De inmediato, González cambió la ganadería por la Obra del Señor y se consagró a plenitud a la labor misionera y según su viuda Carmenza Rueda “predicó aun antes de pasar por las aguas bautismales”. Meses después regresa a la población del Socorro, ubicada a 364 kilómetros de Bogotá, y se entrevista con un grupo de hermanos que no tenían pastor y buscaban con ansias la guía de un hombre de Dios. La afinidad del Rev. González, quien solía visitar en el Socorro a sus padres, y este grupo de cristianos, fue instantánea gracias a la capacidad y dedicación exhibida por el Siervo de Dios. Así esta pequeña congregación, que contaba con apenas 10 creyentes, inspirada por el Señor y con la dirección del Espíritu Santo le solicita que se haga cargo del grupo en el Socorro y predique la Palabra del Señor a lo largo de la comunidad ganadera.
Dios empieza a usar al hermano González Rodríguez de una manera gloriosa y poderosa. Desde el patio interior de un hogar modesto en el Socorro, municipio reconocido en Colombia por su gran influencia en la lucha contra el imperio español en la época colonial, inició el crecimiento del presbiterio local y el desarrollo de una labor que robusteció la fe en Dios. En forma paralela, la congregación guiada por González soportó incólume el acecho constante de otras misiones, que llegaban hasta ella con dadivas y se mantuvo independiente amparada en el poder de la oración.
Posteriormente, y mientras el nombre del Movimiento Misionero Mundial acababa de ser inscrito el 13 de febrero de 1963, en Puerto Rico, país donde se fundó la Obra. Dios gestó la última etapa de un encuentro que sería definitivo en la vida del Pastor Ciro González, quien ya conocía del poder de la Obra misionera a través de la lectura de la revista Impacto Evangelístico. El 27 de febrero, cuando los colombianos se aprestaban a vivir el inicio del accionar delictivo de una serie de grupos guerrilleros, el Misionero puertorriqueño, Luis M. Ortiz, fundador del Movimiento Mundial Misionero, llegaría al Socoro en compañía del hermano Luis Candelario Cortes. A través de una campaña evangelística, en la que participó la iglesia del Rev. Ciro González, apoyada por la hermana Carmen de Rueda, se plantó el segundo arbusto del Movimiento Misionero Mundial.
Para el hermano Ciro fue la concreción de un sueño en el que Dios le reveló que el Pastor Ortiz “el hermano predicador llegaría al Socorro”. Luego de esa campaña los milagros se hicieron constantes y la congregación se entregó a la tarea de unirse a la organización del Rev. Ortiz. La unión se lograría el 25 de julio de 1963 fecha en la que el hermano González recibiría el certificado oficial de aceptación como parte de la visión misionera.
Obedeciendo a las palabras de Isaías 54:2: “ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas”, el grupo del Pastor González, luego de integrarse al Movimiento Misionero Mundial, se dedicó a levantar otras Iglesias en Bucaramanga, Piedecuesta, Barrancabermeja, Cúcuta, el norte de Santander, los llanos orientales y la parte sur de Colombia. Al respecto, afirmó alguna vez que aquello fue: “precioso. Con la ayuda de Dios, y el apoyo incondicional del hermano Ortiz, la Obra fue tomando cuerpo y se extendió por gran parte de mi país”.
Único y primer Obrero oficial del M.M.M. en Colombia, Ciro González contrae matrimonio con la joven creyente Carmenza Rueda García el 5 de diciembre de 1964. Se vivían tiempos difíciles en tierras colombianas. La violencia, ejercida por las FARC, la guerrilla más antigua y numerosa de América Latina, y la persecución religiosa cundían por todos lados. Sin embargo, en ese espinoso escenario el Pastor Ciro se movió, protegido por Dios, con naturalidad y cubrió los puntos más remotos de Santander llevando la Palabra del Señor. En más de una ocasión, dicen los que lo conocieron, este varón debió andar en alpargatas, un sinfín de kilómetros polvorientos, para cuidar sus únicos zapatos de las inclemencias del tiempo.
Hombre de grandes sacrificios, abnegación inmensa, dedicación exclusiva a Dios y padre de 6 hijos, el Rev. González Rodríguez no solo fue el abanderado de la evangelización en Colombia. Su palabra profunda, inspirada por el Señor, también supo llegar a Puerto Rico, Argentina, Bolivia, Estados Unidos, entre otras naciones de América. Por ello, el fundador del Movimiento Misionero Mundial, Luis M. Ortiz, en una intervención de enero de 1990, señaló que el hermano Ciro “fue un gran Siervo de Dios”.
En mayo de 1970 se traslada a la ciudad de Bucaramanga para asumir la conducción de la primera Iglesia establecida en esta parte de Colombia. Muy conocido como la 17, este templo lo tuvo al frente hasta el momento de su partida. De aquí, y bajo su guía, salieron un buen grupo de pastores a recorrer toda Colombia entre los que se destacaron los reverendos Ciro Alfonso Soto, Raimundo Delgado, Cecilia Puerto y Alcides Garzón, entre otros. Con un cariño especial por el versículo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Filipenses 4:13; y los himnos: “Seguiré donde tú me guíes”, “La mañana gloriosa” y el coro: “Yo estoy listo si Él me llama”. También llegó a ser Supervisor Nacional en Colombia por varios años.
Desafortunadamente, el 19 de abril de 1989, cuando volaba de Cúcuta a Arauca, el Pastor Ciro González Rodríguez desapareció en un penoso accidente que enlutó al Movimiento Misionero Mundial de Colombia y las diversas Obras del Señor en el mundo entero. Pero la huella de su labor encomiable, a favor de la evangelización mundial, quedó plasmada en su última prédica titulada “Aunque él me matare en Él esperaré”, basada en el libro de Job 13:15, en la que defendió los caminos del Todopoderoso. Tiempo después, a finales de junio, se encuentra su cuerpo y se procede a enterrarlo el 1 de julio de 1989.
“El gran siervo de Dios” Desde el año 1963 estamos viniendo a Colombia cada año, consecutivamente y en algunos años hasta 2 y 3 veces para que esta Obra tan bella siga adelante en el nombre del Señor. Y Colombia ocupa en nuestro corazón un lugar muy especial, fue la segunda Obra después de comenzar en Puerto Rico y ya estando 17 años en Cuba como misioneros, salimos en el año 60, habiendo el Señor dado la orden para que saliéramos, porque había una obra grande que realizar en otros países y Colombia es parte de esa obra grande que Dios está haciendo, ¡bendito y alabado el nombre del Señor! Jamás podré olvidar donde comenzó esta obra, aquí en Colombia, fue en un patio interior de un hogar en el Socorro, allí estaba el Hno. Ciro González aún soltero y estaba allí la familia de su amada esposa, hoy día su viuda, porque él se adelantó a nosotros.
Quiso el Señor llamarle antes que a nosotros, pero un día no muy lejano todos nos encontraremos en la presencia del Señor. Y hoy no puedo dejar de expresar (con voz entrecortada) el lugar que ocupó ese gran Siervo de Dios el Hno. Ciro González, no solo en mi corazón, sino en el corazón de mi esposa, en el corazón de todos los obreros de estos 35 países y desde luego en el corazón de todos ustedes que le vieron ministrar y vieron sus sacrificios, su abnegación, su dedicación y su rendición en las manos del Señor... Palabras inaugurales del Rev. Luis M. Ortiz, en la Convención Nacional en Bogotá, Colombia (enero 1990).
Recuento cronológico
1963•Llegada del Hno. Luis M. Ortiz con el Hno. Luis Candelario Cortes al Socorro, febrero 27, tres días de Campaña.•25 de julio, llega la certificación de aceptación de la Obra del Socorro como la primera Obra en Colombia del M.M.M. •Único y primer Obrero del M. M. M. en Colombia, Ciro González. Supervisión directa de los Hnos. Ortiz.
1964 •Segunda visita y Campaña del Hno. Ortiz en Socorro, Colombia. •Primera Boda del M. M. M. en Colombia, en el Socorro, unen sus vidas Ciro González y la Srta. Carmenza Rueda (5 de diciembre), oficia el nuevo Obrero Vicente Gámez. Se abren además las primeras 4 Obras en el Socorro.
1965•Campaña en el Socorro con el Hno. Ortiz en julio. •El 27 de julio son bautizados en Socorro 17 hermanos. •El 30 de agosto el Hno. Ciro González inaugura la Obra en Barrancabermeja con un glorioso culto, más de 60 personas recibieron al Señor. El Hno. Ciro y su esposa atienden a partir de ahora y durante 10 meses la Obra en Barrancabermeja.
1966•Llega el Hno. Ortiz a Barrancabermeja e instala como nuevo Pastor de la Obra en este lugar al Hno. Luis C. Cortes. •El Hno. Ciro y su esposa regresan al cuidado de la Iglesia en el Socorro y al frente del crecimiento de la Obra en otros lugares. •Este mismo año es nombrado el Hno. Cortes como primer Supervisor Nacional de la Obra del M. M. M. en Colombia.
1967•Primera Convención Nacional de Colombia, asistieron 6 pastores en representación de todas las Iglesias: Ciro González, Enrique Centeno, Campo Elías González, Luis E. Medina, Alejandro Vega, Luis Candelario Cortes, también están con ellos el Rev. Luis M. Ortiz, Pilar Ortiz y Marta Cortes. •La Propietaria de la casa de la Iglesia en el Socorro, la ofrece por 620 U$. El Hno. Ortiz promueve en la revista Impacto Evangelístico de junio que alguien done la mitad y que la Iglesia pagará poco a poco la otra mitad del valor. Así es que la propietaria dona la mitad de la casa.
1968-69•El trabajo evangelizador es personalizado y los primeros mensajes radiales se recibían a través de la radio internacional, el Hno. Ciro y otros obreros sintonizaban el programa radial “Impacto Evangelístico”.
1970•El Hno. Ciro González recibe la Obra de Bucaramanga a finales del mes de mayo.
1971-72•A finales del 71 es nombrado el Rev. Ciro González como el segundo Supervisor Nacional y Representante Legal de la Obra del M. M. M. en Colombia. •Crece a 10 el número de emisoras que ya transmiten el programa del Hno. Ortiz, Impacto Evangelístico, factor determinante en el crecimiento y desarrollo de la Obra en Colombia. •Se celebra la Quinta Convención Nacional en Bucaramanga, en el patio de la casa de la Iglesia. •La Obra en Colombia cuenta con alrededor de 25 Iglesias, 15 campos de predicación y más de 40 obreros del Señor.
1973 •Sexta Convención Nacional en Villavicencio, tres días maravillosos, el primero en el templo y los dos restantes en el coliseo. Cada noche un gran grupo como de 75 almas aceptó al Señor, Dios sanó muchos enfermos y obró milagros.
1974-79 •El 3 de enero de 1978, se celebra la Convención Nacional en la ciudad de Ibagué (Tolima). •
En 1979 se funda la Obra en Pereira por las hermanas Cecilia Puerto y Amparo Ruiz, enviadas de Bucaramanga por el Hno. Ciro González; inician en Dosquebradas y continúa en Pereira Alirio López.
1980-88 •Fue precisamente en estos años donde inicialmente cada líder llevaba el trabajo de la Obra casi totalmente descargado sobre sus hombros. El hermano Ciro González fue uno de esos grandes ejemplos de aceptar el desafío a este nivel de darlo todo.
1989 •Muere el día 19 de abril en un accidente aéreo entre Cúcuta a la ciudad de Arauca, cayendo en territorio venezolano, se encontraba haciendo la Obra de Dios. •Su cuerpo se encontró a finales del mes de junio, siendo enterrado el 1 de julio del año 1989.
Después del lamentable accidente aéreo en el que desapareciera el Hno. Ciro González cuando volaba de Cúcuta a Arauca, termina un fructífero ministerio que duró desde 1961 hasta el 19 de abril de 1989. Fue un verdadero Siervo del Señor de origen humilde, carácter sencillo y sabio. Casi no hay hoy en día un reporte histórico de algún presbiterio en la República de Colombia que no le incluya entre sus iniciadores.
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