En este caso, ha sido un equipo multidisciplinar de Israel quien ha sometido el texto hebreo del Antiguo Testamento al escrutinio de un nuevo software desarrollado para identificar y diferenciar los estilos de distintos autores.
Un programa informático reconoce múltiples autores en la Biblia
La Biblia continúa suscitando el interés de la ciencia. En este caso, ha sido un equipo multidisciplinar de Israel quien ha sometido el texto hebreo del Antiguo Testamento al escrutinio de un nuevo software desarrollado para identificar y diferenciar los estilos de distintos autores.
El equipo de investigación está encabezado por Moshé Koppel, profesor de Informática y Lingüística de la universidad de Bar Ilán. Acompañado de un equipo de ingenieros, lingüistas y estudiosos de la Biblia, sometió al texto bíblico a diferentes pruebas con un software desarrollado para detectar la autoría de los diferentes libros.
“La idea general es que si tenemos cualquier tipo de documento, puede ser la Biblia, una carta o un anónimo en internet, podemos analizarlo y aprender todo tipo de cosas sobre el que los escribió con sólo analizar el tipo de palabras empleadas”, explicó Koppel a Efe.
El programa, que forma parte de un campo de especialización de la inteligencia artificial conocido como atribución de autoría, analiza el estilo y la selección de palabras para diferenciar partes de un mismo texto presumiblemente escritas por diferentes autores.
PRUEBAS EXITOSAS
Los investigadores han podido dividir de forma automática un complejo documento en el que habían mezclado aleatoriamente versículos de dos libros enteros del Antiguo Testamento que corresponden a diferentes autores, y el programa informático logró separarlos correctamente.
“Cogimos los libros de Ezequiel y Jeremías. Los introdujimos en el programa y le pedimos, sin ningún tipo de información ni pistas, que los dividiera de nuevo en dos libros de la mejor manera posible y funcionó”, refirió Koppel.
El informático arguye que una de las maneras de diferenciar la autoría de textos es a través del tipo de palabras empleadas, según una técnica conocida como clustering (agrupación). Así, en uno de los libros el escritor emplea la palabra hebrea makel para designar un palo, mientras que en el otro se utiliza maté para el mismo concepto.
En otra prueba similar, el equipo israelí pidió al programa que hiciera lo propio con otros dos libros, en este caso Job y Proverbios, y el resultado fue una separación que se acercaba al cien por cien.
La investigación, presentada recientemente en un encuentro de la Asociación de Lingüística Informática en Oregón (EEUU), abre un importante potencial para los estudios de la Biblia, pues el método arroja luz sobre el mejor resultado posible de división por autor.
De momento, el software sólo ha sido desarrollado para la lengua hebrea, aunque sus inventores no descartan posibles aplicaciones en el futuro en otros idiomas que permitan analizar textos en la lengua de Shakespeare o Cervantes.
Sobre la polémica que ha despertado el análisis de uno de los textos más sagrados del mundo, Koppel prefiere no entrar en el debate de quién o quiénes fueron los autores de la Biblia. “No tenemos nada que aportar sobre si la Torá fue escrita por Dios o por personas porque no tenemos ni idea de cuál es el estilo de escritura de Dios y para analizarlo necesitamos un texto anterior de referencia”, explicó en tono de humor el investigador.
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