Cuatro reconocidos científicos cristianos analizaron los dogmas de la teoría evolucionista y sus débiles argumentos. Alan White, John Whitmore, Steve Falling y BodieHodge explicaron la creación y el origen del universo.
Es viernes. Son las diez de la mañana y cerca de un centenar de personas están reunidas en una congregación cristiana de Lima, en la mitad de una mañana agitada y ruidos. Todos escuchan con atención a cuatro destacados científicos americanos que rechazan la Teoría de la Evolución y explican el origen del universo, los animales y el hombre según una lectura literal y fiel al sentido exacto y propio del Antiguo Testamento.
Enfundados en sobrios trajes, Alan White, John Whitmore, Steve Falling y Bodie Hodge, las citadas eminencias, minutos después se hacen un espacio para entrevistarse con Impacto Evangelísto y revelar las líneas maestras del creacionismo, la doctrina que propugna que Dios creó al mundo y al hombre, y explicar la forma precisa de entender las evidencias científicas que respaldan la cosmovisión evangélica.
Alan White, doctor en química orgánica por la Universidad de Harvard, es el primero en difundir sus comentarios sobre “las verdades científicas que contiene el libro del Génesis y las Escrituras”. De entrada apunta que: “aquellos que no creen en Dios están cegados y no van a entender la verdad de la creación. Muchos piensan que la Biblia y la ciencia están opuestas, pero eso no es real. Yo, desde mi experiencia científica de más de 30 años, creo que encajan muy bien”.
¿Cómo pueden llegar a entender el creacionismo los no creyentes?
Es algo difícil principalmente por su cosmovisión y por la manera como ellos piensan respecto a la creación del mundo y además porque son víctimas de la promoción agresiva del modelo evolucionista que los desorienta diciendo que Dios no fue el que nos creó. Sin embargo, ellos pueden recurrir a la fe para entender que lo que dice la Biblia es verdad. En las Sagradas Escrituras, especialmente en Génesis, está toda la verdad. Solo hay que leerla con atención.
¿Cuál es la forma ideal para asomarse en la autenticidad del origen de la vida?
Hay que reparar en la complejidad de la naturaleza. Si nosotros vemos nuestros cuerpos o los árboles u otras cosas de la naturaleza, nos vamos a dar cuenta de esto. El hombre no pudo haberse originado por un accidente ni este mundo perfectamente diseñado es obra del azar. La mayoría de la gente no puede entender esto porque no cree en Dios. En ese sentido, la ciencia es importante, pero los asuntos espirituales aun más. La fe es el único camino para entender las cosas del Señor.
Luego del doctor White, autor de 18 publicaciones científicas, el licenciado y magister en ingeniería mecánica por la Southern Illinois University, Bodie Hodge, le toma la posta y prosigue delineando que la “Biblia es un libro científicamente válido”. Afirma con contundencia que: “Dios es la autoridad en todo aspecto y en cada tema. Frente a su palabra todas las cosmovisiones y perspectivas, incluso el evolucionismo, no son más que posiciones equivocadas”.
¿Qué pruebas irrefutables contiene la Biblia sobre la creación?
En el libro de Génesis están contenidas las verdades básicas para conocer la creación. Allí se relata paso a paso cómo hizo el Señor para crear la Tierra y al hombre. La Palabra de Dios, además, plantea que todo se originó aproximadamente 6.000 años atrás. Las Escrituras dejan muy claro que los humanos y los primates tenemos orígenes distintos. De igual modo, la Biblia, en sus sesenta y seis libros, contiene las siete letras “C” de la Historia: creación, corrupción, catástrofe, confusión, Cristo, cruz y consumación, indispensables para entender la fe cristiana y el creacionismo.
¿Solo es cuestión de fe para comprender la verdad del Creador?
Se trata de fe, pero no es una fe ciega. El mundo secular siempre piensa que nosotros los seguidores de Jesucristo tenemos una creencia religiosa cegada, que no tenemos racionamiento, pero esa no es una fe bíblica. Los que no confían en el Todopoderoso deberían saber que todos los campos de la ciencia fueron desarrollados por cristianos que creyeron en Dios y tomaron como base la Biblia para el descubrimiento de nuevos conocimientos. Además, cada vez es más claro, para el mundo de la ciencia, que lo que afirmó Charles Darwin sobre el origen de la vida no es verdad.
Otro hombre de ciencia, doctor en biología y paleontología de Loma University, John Withmore, también asegura que su fe “no es ciega”, que se basa “en evidencias y hechos”. Withmore, que insiste en recordar que el cristianismo y la ciencia no están reñidos, revela que: “cuando empecé mis estudios en la universidad leí el libro el origen de las especies de Darwin, donde se detalla un árbol evolutivo para explicar la vida, sin embargo; cuando empecé a investigar fósiles me percaté que eso no era verdad”.
¿Qué otro error significativo presenta la teoría de Darwin?
Darwin también dijo que existían formas de transiciones entre los distintos grupos de fósiles, y escribió en su libro del origen de las especies, que si esas evidencias no se encontrarían serían fatales para su teoría y esos fósiles no existen.
¿Entonces la certeza secular de que la Tierra tiene millones de años es mentira?
Así es. Las rocas que conforman el planeta no se formaron en miles de millones de años, si no en períodos cortos de tiempo. En mis investigaciones con fósiles he descubierto que no existe sustento para el modelo evolucionista y lo que enseña la Biblia, que el mundo tiene seis mil años de antigüedad, es una verdad absoluta. El diluvio de Noé pudo haber enterrado todos los fósiles que he encontrado y podría informar que no hay formas transicionales y explicaría porqué las rocas presentan poco tiempo.
¿Desde su punto de vista qué otras características de la evolución son erradas?
La aparición espontánea y repentina de los fósiles. Al respecto, los paleontólogos se refieren a estas como formas fijas que no cambian y contradicen lo que dijo Darwin. Es un ejercicio muy simple leer el libro del origen de las especies y comprobar que lo que Darwin predijo en su libro se cumplió. Él dijo que su teoría podía ser reconocida como falsa y de hecho pienso que muchos científicos deben leer su libro porque se sorprenderán de lo que van a encontrar allí.
Steve Falling, doctor en química por la Universidad de California, no duda ni un segundo. “Nadie puede retroceder en el tiempo y comprobar que todos somos producto de la creación. Del mismo modo, nadie puede regresar atrás y demostrar que la evolución es cierta. Siempre habrá un asunto de fe para creer en una teoría o en otra. Sin embargo, se puede aceptar el creacionismo aun sin creer en Dios”, comenta este especialista en investigación, desarrollo y producción de productos químicos orgánicos que trabajó en la NASA.
¿Cómo debe enfrentar el mundo cristiano al evolucionismo?
Hay que entender bien lo que creen los evolucionistas para tener una respuesta adecuada que defienda nuestra fe y refute lo que lo evolucionistas piensan. En la actualidad, hay mucha confusión en los creyentes porque ven muchos programas de televisión y en el cable, con información sesgada y agresiva, que los confunde más. Debido a ello somos muchos los científicos cristianos que vamos por el mundo dando conferencias y charlas en las que se explica que la ciencia y la Biblia son compatibles.
¿Qué evidencias puede esgrimir para sustentar su posición?
Creo que Dios ya entregó innumerables evidencias, contenidas dentro de la Biblia, para demostrar su maravillosa obra. Sin embargo, el mundo sigue terco en su rebelión contra el Señor. La cuestión es simple: si tú no crees en un Dios creador no tienes otra alternativa que aceptar el evolucionismo. Yo no puedo presentar ninguna evidencia física a un no creyente para presentar a un Dios real del mismo modo que un científico secular no puede sacar una prueba contundente de la evolución.
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