martes, 3 de abril de 2012

Jerusalén recibe la visita de miles de cristianos por Semana Santa



Jerusalén, ISRAEL.- Decenas de miles de peregrinos y palestinos cristianos participaron en Jerusalén en la tradicional procesión de Domingo de Ramos, en un ambiente de alegría y regocijo que, por momentos, pareció ahuyentar la tensión que suele reinar en la región.

La colorida y musical procesión, que contrasta con la solemnidad del resto de los actos de la Semana Santa, partió desde la Iglesia de Betfagué, en una de las laderas del Monte de los Olivos, y se disolvió junto a la de Santa Ana (abuela materna de Jesús), que se encuentra intramuros.

Desde mediodía, bajo un agradable sol, a diferencia del calor insoportable habitual en esta época del año, los peregrinos se agolparon junto a la modesta iglesia de piedra grisácea y toques arquitectónicos que recuerdan el paso de las órdenes templarias por la ciudad santa.

En Betfagué se encuentra la piedra que, según los Evangelios, sirvió a Jesús para subirse al borrico sobre el que se dirigió a Jerusalén en un día como hoy(domingo), y que sirve de punto de partida para una procesión que se caracteriza por su simpleza y modestia.

Y es que la imaginería religiosa está completamente ausente de la procesión del Domingo del Ramos en la ciudad santa, en la que los creyentes enarbolaban hojas de palma y sencillos ramilletes de olivo que recrean más fielmente las descripciones que hicieron los evangelistas de cómo Jesús fue recibido en su entrada triunfal a Jerusalén.

La amalgama de peregrinos, venidos de todos los rincones del mundo, relucía claramente en los cánticos multilingües que se escucharon por todo el recorrido, la banderas nacionales y las pancartas de fidelidad inapelable al redentor.

La breve irrupción, hacia el final del recorrido, de un pequeño grupo de adolescentes ultraortodoxos judíos que hacían sonar el tradicional cuerno de carnero (shofar) en aparente señal de rechazo, perturbaron el repique de las campanas que acompaña la entrada de la procesión en la antigua ciudad de Jerusalén.

Los actos de Semana Santa continuarán los próximos días con misas y oficios especiales y culminarán el viernes con el tradicional Vía Crucis por las estrechas y empedradas calles de la antigua ciudadela en otra ceremonia caracterizada por la sencillez. Nuevo Herald

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