martes, 28 de febrero de 2012

Hoy Escucharemos Genesis 14

La NASA confirma veracidad de profecía bíblica



Los Rollos del Mar Muerto son consideradas una fuente de admiración y gran revelación para los cristianos. Un estudioso sostiene en su nuevo libro que el telescopio Hubble sólo "confirma una antigua profecía sobre el universo", descrito en un manuscrito.

El telescopio Hubble, uno de los más potente jamás construido por el hombre, puede observar y fotografiar el universo usando lentes con luz ultravioleta e infrarroja. El Hubble fue lanzado por la NASA para orbitar alrededor de la Tierra en 1990 y permanece en funcionamiento. A menudo, la captura de bellas imágenes de las estrellas, constelaciones y galaxias. Esta es una de las maravillas de la tecnología moderna.
Los Rollos del Mar Muerto, por el contrario, se encontraron entre 1947 y 1956 en las cuevas en las orillas del Mar Muerto. Más de 800 rollos escrito en su mayor parte, la piel de los animales. Fueron escritos en hebreo, arameo y griego, y se dividen en dos categorías: los bíblicos y no bíblicos. Muchos de estos rollos contienen profecías atribuidas a Ezequiel, Jeremías y Daniel no se encuentra en la Biblia.

Entre los escritos no bíblicos son comentarios sobre el Antiguo Testamento, las reglas del foro que reproducían la conducción de la guerra, salmos de acción de gracias, las composiciones de himnos, las bendiciones, los textos litúrgicos y los escritos de sabiduría (sabiduría). También conocido como "los manuscritos de Qumrán," estos pergaminos son el grupo más antiguo de los textos del Antiguo Testamento que se ha encontrado.

Según el libro de J. Pablo Hutchins, el Hubble revela la creación de un Poder Asombrosas [El Hubble revela la creación hecha por un maravilloso poder], que será lanzado pronto. El autor considera que textos como Isaías "invitar a la gente para explorar divinamente con las estrellas."

Hutchins es un análisis de la historia de los descubrimientos hechos por el Hubble en las últimas dos décadas, según los científicos que han puesto de manifiesto cómo el universo se formó. Declara además que estos resultados están directamente relacionados con las profecías de Isaías, que datan de 732 aC, cerca de la fuente de poder inimaginable detrás del universo.

El pasaje en cuestión, Isaías 40:25-26 dice: "¿A quién pues, vosotros, que me comparo, ni voy a ser igual? dice el Santo. Alza tus ojos a lo alto y mirad quién creó estas cosas, fue el que lleva a cabo sus ejércitos después de su número, los llama a todos por sus nombres de la grandeza de su poder, y porque es fuerte en el poder ninguno de ellos falle. "

Hutchins dice que cuando Isaías escribió sobre el poder detrás del universo, que tenía un telescopio espacial de gran alcance, pero su descripción coincide con los descubrimientos hechos por el Hubble en los últimos años, tales como la galaxia del Sombrero, que en su centro muestra una un poder inimaginable. Glitter es de ocho mil millones de estrellas, tan grande como el Sol
AcontecerCristiano.net

¿Qué dice la Biblia acerca de los hombres de las cavernas?

¿Qué dice la Biblia acerca de los hombres de las cavernas?
Se imaginan criaturas peludas mitad hombres, mitad monos, en cuclillas dentro de una cueva y dibujando las paredes con sus recién desarrolladas herramientas de piedra.
¿Qué dice la Biblia acerca de los hombres de las cavernas, los hombres prehistóricos, los neandertales?cave

Realmente la Biblia no usa el término “cavernícolas” o “Neandertales”, y de acuerdo a la Biblia, no hay tal cosa como el hombre “prehistórico”. El término “prehistórico” significa “perteneciente a la era anterior a la historia registrada”. Propone que el relato bíblico es meramente una falsedad, porque el Libro del Génesis registra eventos que preceden a la creación del hombre (llamados, los primeros cinco días de la creación – el hombre fue creado en el día sexto). La Biblia es clara en que Adán y Eva fueron humanos perfectos desde el momento en que fueron creados y en ningún sentido evolucionaron de formas de vida inferiores.

Dicho lo anterior, la Biblia describe un período de traumáticas catástrofes sobre la tierra (el Diluvio –Génesis capítulos 6-9), tiempo durante el cual, la civilización fue totalmente destruida –con excepción de 8 personas– y los hombres fueron forzados a comenzar de nuevo. Es en este contexto histórico que algunos eruditos creen que vivió el hombre en cuevas e hizo uso de herramientas de piedra. Estos hombres no fueron primitivos; simplemente fueron indigentes. Y ciertamente no fueron mitad simios. La evidencia fósil es muy clara: los hombres de las cavernas eran humanos (de ahí, el término “hombres” de las cavernas, hombres que vivieron en cuevas).

Hay algunos restos de monos fosilizados, los cuales los paleoantropólogos interpretan como seres de una suerte de transición entre el mono y el hombre. La mayoría de la gente parece pensar en estas interpretaciones cuando imaginan al hombre de las cavernas.

Se imaginan criaturas peludas mitad hombres, mitad monos, en cuclillas dentro de una cueva y alrededor de una fogata, dibujando las paredes con sus recién desarrolladas herramientas de piedra.

Este es el concepto erróneo más generalizado. Y en lo concerniente a la paleo-antropología Darwiniana, favor de tomar en consideración, que estas interpretaciones reflejan una opinión peculiar y no son el resultado de la evidencia. De hecho, no solo existe una mayor oposición a estas interpretaciones dentro de la comunidad académica, sino que los mismos Darwinistas, no concuerdan enteramente entre ellos en los detalles.

Desafortunadamente, la opinión de la principal corriente popular, ha convertido a esta idea de que el hombre y el mono, evolucionaron del ancestro, pero ciertamente esta no es la única interpretación plausible de acuerdo a la evidencia disponible. De hecho, la evidencia a favor de esta peculiar interpretación es deficiente.

Cuando Dios creó a Adán y Eva, ellos fueron seres humanos totalmente desarrollados, capaces de comunicarse, socializar, y desarrollarse (Génesis 2:19-25; 3:1-20; 4:1.12). Es casi entretenido considerar lo lejos que van los científicos evolucionistas para probar la existencia del hombre prehistórico de las cavernas. Ellos encontraron un diente deformado en una cueva, y de esto crearon un ser humano deforme, que vivió en una cueva y que se encorvaba como un mono. No hay manera de que la ciencia pueda probar la existencia de hombres de las cavernas por un fósil. Los científicos evolucionistas, simplemente tienen una teoría y entonces fuerzan la evidencia para que encaje en su teoría. Adán y Eva fueron los primeros seres humanos jamás creados y estaban totalmente formados, eran inteligentes y caminaban erguidos.

Discípulos

Discípulos

Hacer discípulos, es lo que en realidad todo creyente debiera hacer. Sin embargo, no siempre es lo que hacemos. En ocasiones, se responsabilizan las circunstancias de no lograrlo.
En otro sentido, pensamos que la gente no siempre está dispuesta para el evangelio. En cambio, Jesús hizo discípulos y envío la iglesia hacer lo mismo. El hecho de que, el Maestro nos enviara a conquistar seguidores, fundamenta la verdad que podemos lograrlo.

Un aspecto determinante; los discípulos son de y para Jesucristo. Es probable que, uno de los factores que debe redefinir la iglesia, sea su disponibilidad a ser obedientes en la gran comisión. Formar parte del envío misionero, implica hacer discípulos en nombre de Jesucristo y para la gloria de su nombre. La iglesia en su totalidad, ha sido comisionada a la tarea de revelar el evangelio de salvación, hasta que este sea formado en la vida de los creyentes.

 
En ocasiones interpretamos la gran comisión, como el medio que libera mi responsabilidad al hablarle a una persona de Jesús. En cambio, Dios concibe el envío misionero como la llave del evangelio, que revela la entrada a la eternidad por medio de Jesucristo. Solo el evangelio de Jesús, salva a la gente de su pecado y la vida de conflictos en la que se hayan relacionados. Las personas no pueden salvarse a sí misma. La gente necesita para salvarse, la noticia de que Jesús les salva por medio de su expiación en la cruz.

 
La sociedad actual, necesita discípulos de Jesucristo anunciándoles la salvación del evangelio; dispuestos a su vez, a enseñarles a ser modelados por su persona. El hecho de que, una persona aprendió a desarrollar sus decisiones en el evangelio, es lo que le da la credencial para ayudar a otros a tomar sus decisiones a través del evangelio. Los apóstoles de Jesús, pasaron tiempo con su maestro para aprender de sus enseñanzas. Motivo que más tarde les aporto, un profundo beneficio personal al tomar sus decisiones guiados por el Espíritu Santo.
 
La iglesia evangélica de Jesucristo, posee de su maestro la verdad de su salvación. Por consiguiente, si deseamos ver las vidas camino a la salvación, debemos anunciarles la única esperanza representada en el Hijo de Dios. Las alternativas de salvación que el mundo propone, forman parte de soluciones superficiales que no expone la respuesta que la sociedad necesita. Dios ha provisto al ser humano, la forma de regresar a su presencia y con ello la solución a sus conflictos. Motivo por el cual, Jesús comisionó su iglesia para ser parte de esa solución.

 
Ir a predicar en nombre de Jesús, significa mucho más que aceptar la invitación de nuestro maestro. Hacer discípulos en nombre de Jesús, es la misión que nos propone el anuncio de la verdad. A su vez, la bendición de ser parte de la restauración del reino, que ahora mismo Dios se ha propuesto en la persona de su Hijo. La tarea precisa urgencia en toda dirección, para hacer misiones en el poder de Jesucristo. Testificar de la persona de Jesús, nos proporciona la bendición de anunciar su salvación para formar seguidores al estilo de su maestro.
 
 
portanto,id,y haced disipulos a todas las naciones, bautizandolos en el nombre del Padre , y del Hijo,y del Espiritu santo enseñandoles que guarden todas que os he mandado;y he aqui yo estoy con vosotros todos los dias, hasta el fin del mundo. MATEO 28-19

La enseñanza de la religión llega a todas las escuelas rusas



RUSIA.- La Iglesia ortodoxa ha logrado introducir la enseñanza religiosa en todas las escuelas públicas de Rusia. Los alumnos de primaria y secundaria tendrán que elegir entre estudiar la historia de alguna de las cuatro religiones consideradas “tradicionales” por el gobierno (la ortodoxa, el budismo, el islam o el judaísmo), o bien otra más genérica llamada “Fundamentos de cultura religiosa”.

La religión volvió a las aulas rusas en 2010, pero sólo en 19 regiones. La iniciativa –un programa piloto que benefició a unas 12.000 escuelas– estuvo promovida por el Patriarca de Moscú y respaldada por el Kremlin, muy interesado en favorecer los valores tradicionales de la cultura rusa.
Cuando Dimitri Medvedev, entonces presidente ruso, comunicó oficialmente a la opinión pública el lanzamiento del programa piloto en julio de 2009 tranquilizó a quienes veían la iniciativa con recelo. “Los estudiantes y sus padres podrán elegir libremente”, aseguró.

Ahora el primer ministro Vladimir Putin se limita a ampliar para todas las escuelas del país el programa piloto de Medvedev: la opción de estudiar una de las cuatro religiones “tradicionales” rusas o bien la nueva asignatura “Fundamentos de cultura religiosa” o “Ética pública” (cfr. AsiaNews, 14-02-2012).

En cualquiera de sus versiones, la asignatura se impartirá solamente en un cuatrimestre. La Iglesia ortodoxa cree que es muy poco tiempo y está pidiendo que se extienda durante todo el curso.
AcontecerCristiano.net

China permite venta de literatura cristiana



En China el ministerio de literatura se está abriendo a nuevas oportunidades, según el autor John W. Kennedy. Libros cristianos de Rick Warren, Beth Moore, C. S. Lewis y otros ya circulan en el país, aunque no es posible obtener datos específicos al respecto.

La Prensa Amity de la Sociedad Bíblica sigue imprimiendo Biblias, con 10 millones distribuidas durante 2008. Un factor importante en este desarrollo es Baojiayin, que vende libros cristianos por internet, y parece que el gobierno lo permite porque cree que tales libros ayudan a la población. Christianity today
AcontecerCristiano.net

El cumplimiento de la Visión

El cumplimiento de la Visión


Rev. Samuel David Mejía
Dios nos entrega una visión exacta de sus planes, pero no estamos exentos de cometer errores. La visión siempre es perfecta, pero nosotros somos seres humanos llenos de imperfecciones.
“Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Génesis12:1-3.

¿Qué significa el término “visión”? La visión consiste en una meta definida que Dios pone frente a nosotros. En la que alcanzamos a ver alguna tarea o misión cumplida antes de haberla realizado. En la visión, Dios define claramente sus expectativas: tanto lo que pretende hacer con nuestras vidas, como lo que espera de nuestra parte. Para ilustrar este mensaje, recurriremos a la vida del patriarca Abraham, y analizaremos los pasos que aquel hombre de fe dio, hasta lograr cumplir la visión.

I. COMUNIÓN Y OBEDIENCIA

En los versículos que citamos, hallamos que lo primero que Dios hizo con Abraham fue mostrarle una visión y hablar directamente con él, ordenándole que saliera de Ur de los Caldeos, una tierra pagana (v. 1). Este hecho denota que Abraham gozaba de una comunión profunda con Dios, y por lo tanto, Dios tenía tratos individuales con él.

La primera visión que Abraham tuvo fue de tipo general o global. En ella, Dios le dio una serie de directrices a seguir en el presente, para así poder alcanzar las promesas futuras que también incluía la visión. En obediencia abandonó sus posesiones y privilegios en la tierra de los Caldeos, y salió rumbo a la tierra de Canaán. He aquí el primer paso a seguir para que se cumplan los propósitos de Dios en nuestras vidas: debemos obedecer ante cualquier tipo de demanda o de sacrificio que Dios exija de nosotros para el cumplimiento de la visión.

Durante su recorrido por la tierra de Canaán, Abraham tuvo un segundo encuentro de poder con Dios. En aquel lugar de peregrinación, Dios le entregó otra promesa a aquel hombre de fe, y esta fue: “A tu descendencia daré esta tierra” (Génesis 12:7). Aquella promesa consistía en un detalle o aspecto que no habían sido incluidos en la visión general que Dios le entregó a Abraham en Génesis 12:1-3. Cuando damos el paso de la obediencia, el Señor nos concede una visión más concreta e individualizada de los planes que Él tiene para con nosotros. En efecto, en la segunda visión que encierra el verso 7, Dios se muestra más exacto que en la primera visión.

Abraham supo cuál sería su participación dentro de aquella primera visión general o global. Asimismo, Dios le ha entregado a esta obra del Movimiento Misionero Mundial una visión global en cuanto a la evangelización del mundo; pero en esta visión general, nosotros tenemos una visión individual y una participación personal o específica.

II. CORREGIR LAS EQUIVOCACIONES

A pesar de haber recibido las dos mencionadas anteriormente, Abraham cometió una serie de errores. En Génesis 12:10, vemos a Abraham preocupado por el hambre que hubo en la tierra, por lo que decidió, sin consultar a Dios, descender a Egipto. A este primer error, sumó el de mentir con respecto a su esposa, Sara, a quien hizo pasar por su hermana. Faraón oyó alabar por sus súbditos la belleza de Sara, y empezó a entregarle dones como vacas, ovejas, siervos, criadas, etc.

¡Cuidado con los negocios que nos mantienen fuera de la voluntad de Dios! Los negocios no son para una persona a quien Dios le ha entregado una visión. Entre aquellas criadas que le regaló Faraón, estaba Agar, que con el transcurso de los años, se convirtió en una fuente de problemas entre Abraham y Sara.

Siempre hemos de tener presente que, aun cuando Dios nos entrega una visión exacta de sus planes para con nuestra vidas, no estamos exentos de cometer errores. La visión siempre es perfecta, pero nosotros somos seres humanos llenos de imperfecciones. El tercer paso a dar, para que se cumpla la visión, pues, consiste tanto en reconocer nuestras faltas como también estar dispuestos a corregirlas.

Esto requiere que tengamos un espíritu humilde. Hay personas a quienes Dios les ha entregado una visión perfecta, pero que se han desviado del propósito de Dios, y en vez de corregir su error, se mantienen empecinados en su conducta. No tienen la capacidad de doblegarse y humillarse ante Dios para reconocer sus faltas.

Asimismo, por su orgullo, se niegan a confesar sus errores ante los demás.

Abraham recapacitó, y rectificó su conducta. En Génesis 13:3-4, leemos: “Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai, al lugar del altar que había hecho allí; e invocó allí Abram el nombre de Jehová”. Es menester que volvamos al lugar donde Dios quiere que estemos, si por equivocación nos hemos salido del lugar que Dios nos había mostrado, como individuos, iglesias locales o concilio. No importa cuál sea la posición que ocupemos en la obra de Dios, si no somos capaces de corregir nuestras faltas, no servimos.

Por ejemplo, hay líderes que salen de la posición que Dios les ha dado, y cuando se le llama la atención para que vuelvan a ocupar su lugar, se enfurecen, se sienten mal, y comienzan a defender sus propios puntos de vista. Es que el orgullo humano hace que no corrijamos nuestras equivocaciones, y que empecemos a justificar nuestros errores. Uno piensa que, aunque se encuentra en Egipto y fuera de la voluntad de Dios, la visión habrá de cumplirse en nuestras vidas. Sin embargo, esto no es así. La visión se cumple en la tierra que Dios nos ha mostrado (Génesis 12:1), en la posición que él nos ha dado, en el lugar espiritual que Dios ha escogido para usted en la iglesia. Cuando una persona decide apartarse de la visión, las repercusiones en su vida espiritual y personal son inmediatas.

Hermano, si usted quiere que la visión se cumpla en su vida, no tiene otra opción sino la de regresar al lugar de la revelación, allí donde está el altar de Jehová. De no hacerlo, la visión quedará truncada, cortada a mitad de camino.

III. TENER UN CONTACTO FÍSICO CON EL OBJETO DE LA VISIÓN

En Génesis 13:14-17, Dios le revela a Abraham un detalle suplementario de la visión que tenía para él: “Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti a tu descendencia para siempre (...) Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré”.

Dios ordenó a Abraham que éste recorriera la tierra de Canaán de norte a sur y de este a oeste. En otras palabras, Dios quería que Abraham tuviera un contacto físico con la tierra que Él le había otorgado. Esto indica que la visión no puede cumplirse, si no tenemos un contacto directo con el objeto de esa visión. Por ejemplo, si Dios le indica a una persona que lo usará como predicador, esta visión no se cumplirá si la persona no empieza a predicar en su propio barrio o en la puerta de su casa. Si usted no tiene ese contacto directo con la visión, la misma se atrofia y nunca se llegará a cumplir.

La visión genuina o auténtica siempre confronta obstáculos y problemas. Por lo tanto, si Dios le ha llamado, póngase en contacto con la visión, y camine a lo largo y a lo ancho, para que se le quiten los temores.

Dios quería que Abraham sintiera, tocara, y palpara el objeto de su visión. Dios le instó a que conociera de cerca el lugar que Él le habría de dar. Durante su vida, Abraham sólo poseyó un cementerio en Canaán, porque él no tenía el dinero suficiente para comprar toda la tierra. Sin embargo, no necesitaba hacerlo, porque Dios se la había entregado. Cuando el patriarca empezó a recorrer la tierra a lo largo y a lo ancho, se olvidó de sus limitaciones, de sus temores, del hecho de que no tenía dinero para comprarla.

Al recorrer la tierra, al tener contacto con el objeto de la visión, Abraham recibió la fe de aquel territorio que le pertenecería un día. Asimismo, amado lector, usted ha de mantener un contacto mínimo con la visión que Dios le ha dado. Esto le infundirá fe de que la visión le pertenece, y que Dios cumplirá su promesa.

IV. ENCONTRARNOS CON EL SUMO SACERDOTE

En Génesis capítulo 14 leemos acerca de cuatro reyes que se aliaron para hacerles la guerra a las ciudades de Sodoma y de Gomorra. Aunque aquella guerra no le concernía, vemos que Abraham se vio indirectamente involucrado en la misma, por cuanto su sobrino, Lot, residía en Sodoma y fue llevado cautivo. Por causa de Lot, pues, Abraham armó a sus criados y fue a pelear contra aquellos reyes para rescatar a su sobrino.

Tras haber perseguido y vencido a aquel ejército, Abraham tuvo un encuentro con un hombre a quien no conocía: Melquisedec, rey de Salem y sacerdote de Dios (Génesis 14:18-20). Aquel sacerdote lo bendijo, y Abraham le entregó el diezmo de todo cuanto poseía. Hasta aquel momento, Abraham siempre había tenido encuentros con el Dios Altísimo.

En cada uno de aquellos encuentros, Dios le había revelado su omnipotencia y su magnificencia. Sin embargo, para que la visión se cumpliera, Abraham tuvo que ver a Dios en su verdadera dimensión. Hay quienes le sirven a Dios, quienes le han entregado sus corazones a Cristo, pero que no han conocido a Dios en su verdadera dimensión. No obstante, hasta que no hayan tenido ese encuentro de poder con Dios, esas personas nunca serán capaces de cumplir la visión que Dios tiene para ellas. En efecto, como seres humanos que somos, tenemos limitaciones y vemos todo desde nuestro prisma limitado. Dios quería que Abraham ampliara su visión, porque si nos mantenemos confinados en nuestras limitaciones, encerrados en nuestros miedos, nunca podremos llegar a nada con Dios.

Si usted ha recibido una visión y tiene temores, es porque no conoce a Dios en su verdadera dimensión, ¿Acaso existe algo imposible para Dios? ¡Nada! Por lo tanto, aquel que conoce a Dios en su verdadera dimensión, no le da lugar al miedo ni al temor.

Después de la batalla, Abraham conoció a Dios como el Dios Altísimo. Este hecho implica que tenemos que estar dispuestos a pelear, a entrar en la batalla contra nuestros pensamientos y nuestros conceptos humanos. Dios dice en su Palabra: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos” (Isaías 55:8).

Cuando recibimos una visión de Dios, tenemos que preservarla y pararnos firmes sobre ella. No podemos permitir que nada ni nadie nos aparte de la misma. El Señor nos da esta advertencia en las Sagradas Escrituras: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3:11).

V. LA MUERTE DE LA VISIÓN MISMA

En Juan 12:24, leemos: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. Este es el paso más doloroso, difícil y delicado de todos, es decir: que la visión misma muera.

Existe un proceso triste para todo aquel que tiene una visión de parte de Dios. Este es que dicha persona debe estar dispuesta a ver morirse la visión. Cuando Moisés salió a visitar a sus hermanos, recibió la visión divina relativa a su función de libertador. Así que, cuando vio al capataz egipcio golpeando a un israelí, decidió matarlo y esconderlo en la arena. Sin embargo, le denunciaron a Faraón, y tuvo que huir como un criminal a la tierra de Madián. En aquel lugar, y tras una espera de cuarenta años, la visión murió.

Después de aquellas cuatro décadas, Moisés vio una zarza ardiendo, la cual no se consumía. Cuando él se acercó, Dios le ordenó que quitara el calzado de sus pies porque se encontraba en un lugar santo. Moisés obedeció, y se postró delante de Dios. En aquel momento, Dios le llamó y le ordenó que sacara al pueblo de Israel. Las diferentes excusas que puso Moisés para no obedecer al llamado, nos plantean una serie de preguntas. ¿Qué había sucedido con lo que él había experimentado y sentido cuarenta años atrás? ¿Por qué él había querido, en aquella época, libertar al pueblo, y ahora se negaba a hacerlo? Porque la visión había muerto en él.

Es necesario que la visión muera en nosotros. ¿Por qué? Para que se nos desgarre el corazón al constatar que está muerta; y también para que Dios pueda resucitarla desde el medio de la zarza. La visión resucita en el desierto, en terreno santo y divino. Aquel día, la visión de liberación resucitó para Moisés. Amado lector, hoy ha llegado el día para que la visión resucite. Acércate al lugar santo, y Dios lo hará desde el medio de la zarza. Para Él no existe nada imposible. Dios les bendiga.